
- 03/02/2025
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- Negocios
El centro de Mataró está de luto comercial. Tras el reciente cierre de la tienda de Benetton en La Riera, ahora le toca el turno a otro establecimiento histórico: Calçats Castellsaguer, ubicado en la Calle de Barcelona. Este cierre no solo representa la pérdida de un negocio con décadas de historia, sino que también pone en evidencia los desafíos a los que se enfrentan los comercios tradicionales en una ciudad en constante transformación.
Calçats Castellsaguer no era una tienda cualquiera. Su local, con su escaparate único y su icónica isla central, era un referente en la ciudad. Su despedida deja un vacío en el corazón comercial de Mataró y nos obliga a reflexionar sobre el futuro del comercio local.
Su escaparate: Un símbolo de identidad
Uno de los elementos más característicos de Calçats Castellsaguer era su escaparate. Con su isla central y su diseño cuidado, el establecimiento llamaba la atención de todos los que pasaban por la Calle de Barcelona. Este escaparate no solo servía para exhibir productos, sino que también era un reflejo de la identidad del comercio: tradicional, acogedor y siempre atento a las necesidades de sus clientes.
El cierre de la tienda no solo significa la pérdida de un negocio, sino también la desaparición de un elemento icónico del paisaje urbano de Mataró.

Una historia de tradición y calidad
Calçats Castellsaguer abrió sus puertas hace más de 50 años, convirtiéndose en un referente para los amantes del calzado en Mataró. Con una amplia oferta de zapatos para toda la familia, la tienda se ganó la confianza de varias generaciones de mataronenses. Su compromiso con la calidad y el trato cercano al cliente la convirtieron en un lugar especial para los vecinos de la ciudad.
El local, situado en plena Calle de Barcelona, era conocido no solo por su excelente selección de calzado, sino también por su diseño único. Con una superficie de 500 metros cuadrados, el establecimiento era un punto de encuentro para quienes buscaban calzado de calidad y un servicio personalizado.
¿Por qué cierran los comercios emblemáticos?
El cierre de Calçats Castellsaguer no es un caso aislado. En los últimos años, hemos visto cómo numerosos comercios históricos de Mataró han cerrado sus puertas. Entre los motivos más comunes detrás de estos cierres se encuentran:
Jubilaciones y falta de continuidad familiar: Muchos negocios tradicionales, como Calçats Castellsaguer, han sido gestionados por familias durante décadas. Cuando llega el momento de la jubilación, a menudo no hay una nueva generación dispuesta a tomar el relevo.
El aumento de los alquileres: Los precios de los alquileres en zonas céntricas como la Calle de Barcelona han alcanzado niveles difíciles de asumir para muchos comercios. El local de Calçats Castellsaguer, por ejemplo, ya está en alquiler por casi 6.000 euros al mes, un precio prohibitivo para la mayoría de los pequeños negocios.
Cambios en los hábitos de consumo: El auge del comercio online y la competencia de grandes superficies han hecho que muchos comercios tradicionales pierdan clientes.
Además, algunos negocios, como Francesc Roba d’Home, han optado por cambiar de local dentro de la misma calle, buscando una mejor relación coste/metro cuadrado. Este tipo de movimientos refleja la necesidad de adaptarse a un entorno cada vez más competitivo, donde la ubicación sigue siendo clave, pero los costes deben ser sostenibles.

¿Qué futuro le espera al comercio en el centro de Mataró?
El cierre de Calçats Castellsaguer es otro golpe para el tejido comercial del centro de Mataró. Tras la despedida de Benetton en La Riera, la ciudad pierde otro establecimiento emblemático, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿qué futuro le espera al comercio local en una ciudad en constante transformación?
Mientras las autoridades buscan soluciones para revitalizar el centro, los comerciantes se enfrentan a un dilema: adaptarse a un mercado cada vez más competitivo o correr el riesgo de desaparecer. Algunos, como Francesc Roba d’Home, han optado por cambiar de local dentro de la misma calle, buscando oportunidades que les permitan mantener su presencia en una ubicación privilegiada sin comprometer su viabilidad económica.
En este contexto, es fundamental encontrar un equilibrio entre la modernización y la preservación de la identidad comercial de Mataró.
Un adiós que duele
El cierre de Calçats Castellsaguer es un recordatorio de los cambios profundos que está experimentando el comercio en Mataró. Este establecimiento, con su historia, su escaparate único y su compromiso con la calidad, formaba parte del alma de la ciudad. Su despedida nos deja con una sensación de pérdida, pero también con la esperanza de que su legado inspire a futuros comerciantes a mantener viva la esencia del comercio local.
Mientras tanto, el local de la Calle de Barcelona espera a un nuevo inquilino. ¿Quién ocupará este espacio emblemático? Solo el tiempo lo dirá.
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