
Tocando el cielo: descubre el mundo de los Castells antes de Les Santes
- 16/05/2024
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- Cultura
Los castellers de Cataluña han cautivado al mundo con su impresionante destreza en construir torres humanas monumentales, una tradición profundamente arraigada en la cultura catalana.
Estas formaciones elevadas, conocidas como «castells», son mucho más que una simple exhibición de fuerza y equilibrio; representan un poderoso símbolo de unidad, coraje y perseverancia.
La Magia de los Castells: Una Tradición Milenaria
Los castells, o torres humanas, han sido un elemento distintivo de las celebraciones catalanas durante siglos. Aunque sus orígenes exactos se pierden en la nebulosa del pasado, se cree que evolucionaron de los antiguos “bailes de valencianos” o “muixerangues”, danzas folclóricas que involucraban la formación de estructuras piramidales con personas.
Esta práctica única ha trascendido el ámbito meramente lúdico para convertirse en un emblema de la identidad catalana, un testimonio vivo de la tenacidad y el espíritu comunitario que nos caracterizan.
Los Castells no solo desafían los límites de la fuerza humana, sino que también simbolizan la unión inquebrantable de un pueblo comprometido con sus tradiciones.
El Corazón de los Castells: Las Colles Castelleres
En el corazón de esta tradición se encuentran las “colles castelleres”, grupos de personas apasionadas y dedicadas que se reúnen con el único propósito de construir estos monumentos humanos. Cada colla, o grupo, se compone de individuos de todas las edades y estratos sociales, unidos por un vínculo inquebrantable forjado a través de innumerables horas de práctica y actuaciones.
Estas colles son mucho más que simples agrupaciones; son verdaderas comunidades en las que se cultivan valores como el trabajo en equipo, la disciplina y el respeto mutuo. Cada miembro desempeña un papel crucial, desde los robustos “baixos” que soportan el peso de la torre, hasta las ágiles “enxanetes” que coronan la cima con gracia y valentía.

La Estructura de un Castell: Pisos y Roles Entrelazados
Un castell es una obra maestra de ingeniería humana, en la que cada pieza encaja a la perfección para crear una estructura sólida y armoniosa. Esta formación se divide en tres secciones principales: la pinya, el tronc y el pom de dalt.
La Pinya: El Cimiento Sólido
La pinya, o base, es el cimiento sobre el cual se erige el castell. Esta sección está compuesta por varias capas de personas cuidadosamente posicionadas, cada una con un rol específico. Los “baixos” son los pilares fundamentales que soportan el peso de la torre sobre sus hombros, mientras que las “crosses” y “contraforts” los refuerzan desde diferentes ángulos, evitando que se hundan bajo la presión.
El Tronc: La Columna Vertebral
El tronc, o tronco, es la columna vertebral del castell, formada por pisos ascendentes de personas entrelazadas. Aquí, los castellers más fuertes y pesados se ubican en los niveles inferiores, brindando una base sólida, mientras que los más livianos ocupan los pisos superiores, aportando agilidad y equilibrio.
El Pom de Dalt: La Corona Gloriosa
Finalmente, el pom de dalt, o corona, es la sección superior del castell, compuesta por los últimos tres niveles: los dosos, l’aixecador y l’enxaneta. Los dosos forman el antepenúltimo piso, brindando un sólido apoyo al aixecador, quien a su vez sostiene a la enxaneta, la persona que corona la cima con gracia y valentía, desatando una ovación ensordecedora de la multitud.
Las Alturas Desafiantes: Clasificación de los Castells
Los castells se clasifican según su altura y complejidad, lo que determina su nivel de dificultad y el grado de destreza requerido por los castellers. Algunas de las formaciones más emblemáticas incluyen:
El Tres de Vuit
El tres de vuit, o torre de ocho pisos y tres personas por nivel, es una de las construcciones más básicas y comunes en las actuaciones castelleras. A pesar de su aparente sencillez, requiere una coordinación precisa y una base sólida.


El Quatre de Vuit
El quatre de vuit, con ocho pisos y cuatro personas por nivel, representa un desafío mayor. Esta formación exige una fuerza y un equilibrio excepcionales, especialmente en los niveles superiores.
El Cinc de Vuit
El cinc de vuit, o torre de ocho pisos y cinco personas por nivel, es una hazaña verdaderamente impresionante. Solo las colles más experimentadas y talentosas pueden lograr esta proeza, que requiere una coordinación milimétrica y una fuerza descomunal.


El Dos de Set
El dos de set, o torre de siete pisos y dos personas por nivel, puede parecer modesta, pero su complejidad radica en la estrechez de su base. Esta formación desafía los límites del equilibrio y la concentración de los castellers.
El Tres de Nou
El tres de nou, con nueve pisos y tres personas por nivel, es una de las formaciones más emblemáticas y codiciadas en el mundo casteller. Su estructura imponente y su dificultad técnica la convierten en un verdadero desafío, incluso para las colles más experimentadas.


La Diada Castellera: El Clímax de la Pasión y el Talento
Las actuaciones castelleras alcanzan su punto álgido durante las “diades castelleres”, eventos anuales que reúnen a las colles más destacadas de Cataluña. Estas jornadas son verdaderas celebraciones de la cultura y la tradición, donde los castellers tienen la oportunidad de exhibir su destreza ante miles de espectadores.
La plaza de Sant Jaume, en el corazón de Barcelona, se convierte en el escenario principal de la Diada Castellera de La Mercè, un evento que atrae a multitudes de locales y visitantes ansiosos por presenciar las impresionantes construcciones. Aquí, las colles compiten por alcanzar nuevas cimas, desafiando los límites de lo humanamente posible y dejando sin aliento a los presentes.
La Formación de Castellers: Disciplina y Dedicación
Convertirse en un casteller requiere mucho más que fuerza física; implica una dedicación inquebrantable y una disciplina rigurosa. Los miembros de las colles dedican innumerables horas a la práctica, perfeccionando cada movimiento y desarrollando una sincronización perfecta con sus compañeros.
Desde una edad temprana, los castellers aprenden a respetar las jerarquías y a asumir responsabilidades dentro de la torre. Esta formación no solo cultiva habilidades técnicas, sino que también inculca valores fundamentales como el respeto, la perseverancia y el trabajo en equipo.

La Expansión Global: Colles Castelleres en Auge
Aunque los castells tienen sus raíces profundamente arraigadas en Cataluña, esta tradición ha trascendido fronteras y ha encontrado un hogar en diversas partes del mundo. Colles castelleres han surgido en lugares tan lejanos como las Islas Baleares, la Cataluña Norte e incluso en Hispanoamérica.
Esta expansión global no solo demuestra la universalidad de los valores que representan los castells, sino que también enriquece la tradición al incorporar nuevas perspectivas y talentos. A medida que más personas se unen a esta práctica, se forjan nuevos vínculos culturales y se fortalece el legado de los castells.
Conclusión
Los castells son mucho más que simples torres humanas; son un testimonio vivo de la riqueza cultural de Cataluña, un símbolo de unidad, coraje y perseverancia. A medida que exploramos esta tradición única, nos maravillamos ante la destreza y la dedicación de los castellers, quienes desafían los límites de lo humanamente posible en cada actuación.
Los castells son un legado invaluable que trasciende generaciones, fronteras y culturas, convirtiéndose en un símbolo universal de lo que la humanidad puede lograr cuando se une en torno a un objetivo común. A medida que esta tradición continúa cautivando corazones y mentes en todo el mundo, nos inspiramos a alcanzar nuevas cimas, a desafiar nuestros límites y a construir un futuro más brillante, pieza por pieza, persona por persona.
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